Leemos en Isaías 52:2 “Sacúdete del polvo; levántate y siéntate, Jerusalén; suelta las ataduras de tu cuello, cautiva hija de Sión” . Cuando uno toma la ruta de un camino, el polvo se va pegando al cuerpo y poco a poco se va acumulando arrastrando otro peso adicional al cuerpo El polvo en el cuerpo de uno no le permite avanzar, ni disfrutar el camino sino no se le sacude de encima. ¿Qué es el polvo? Representa lo que más hemos acumulado mental y emocionalmente. Es lo más bajo a lo que hemos llegado. Es lo vil y vergonzoso. El polvo es aquello que nos hace sentir sucios, con pesos insignificantes y sin valor. Polvo es todo ese pasado de culpas, cargas, y temores que hemos venido recogiendo a través de la historia de nuestra vida y que nos hemos podido sacudirlo de nuestros pies Sacudir es soltar. Lo primero que debes hacer para soltar es sacudirte del polvo de pasado y no puedes detenerte a llorar o a lamentarte por lo que no hiciste, por lo que dejaste, por tus...