Ezequiel 37 La mano del Señor llevó a Ezequiel en el Espíritu y lo puso en un valle lleno de huesos secos. Ezequiel 37 revela cuatro elementos esenciales de la predicación que transforma. “La predicación según fue la intención de Dios jamás perderá su poder ni su razón de ser. El interés humano cambiará con cada generación, pero los medios de Dios para dirigirse a la necesidad humana jamás cambiarán.” Los pastores jamás serán más culturalmente relevantes ni podrán mejor conectar con la gente de esta generación que cuando se levanten bajo la unción del Espíritu Santo para proclamar las eternas verdades de la Palabra de Dios. Predicar quizás parezca no poder competir con la cultura de paso rápido de múltiples medios de comunicación en la que vivimos y en la que los apetitos han sido estimulados por los efectos especiales, las películas llenas de acción, y la hechicería de los videos. Queremos predicar el evangelio y ver vidas transformadas. Pero, cuando vemos a nuest...