Algunos creen que la Biblia se opone a la curiosidad. Está Eva, por ejemplo , y su experimento para ver si Dios mentía cuando les dijo que el comer del fruto del árbol prohibido les causaría la muerte. (Aunque Eva en realidad estaba más preocupada de descubrir si la serpiente decía la verdad —que comer del fruto prohibido les daría el conocimiento que Dios podía estar ocultando.) La curiosidad de Eva arruinó su relación con Dios, cierto. Pero pensemos también en la curiosidad de Moisés al ver la zarza ardiente. Él se sorprendió y dijo intrigado: “Iré yo ahora y veré esta grande visión, por qué causa la zarza no se quema” (Éxodo 3:3). ¡Su curiosidad en este caso lo acercó a Dios! Como tantas otras cosas, la curiosidad puede conducirnos al bien o al mal, a la vida o a la muerte. Resultados Albert Einstein dijo una vez: “No tengo talentos especiales. Sólo soy un curioso apasionado”. El productor de cine Brian Grazer dijo: “La curiosidad ha sido la cualidad más valiosa, el recurso m...