Oseas 11.4
INTRODUCCION , Cuando Israel era débil e indefenso, como un niño, inmaduro y voluntarioso como un niño, Dios los amaba; los soportó como la niñera al niño de pecho, los alimentó y toleró sus modales. Todo los que están crecidos debieran reflexionar con frecuencia, en la bondad de Dios hacia ellos en la niñez. Los cuidó, pasó trabajos con ellos, no sólo como padre o tutor, sino como madre o niñera.
Cuando estaban en el desierto, Dios les mostró el camino por donde debían ir, y los soportó, llevándolos de la mano. Les enseñó el camino de sus mandamientos por la ley entregada por medio de Moisés. Los tomó de la mano para guiarlos, para que no se descarriaran, y los sostuvo para que no tropezaran y cayeran. Todo el Israel espiritual de Dios es así sostenido. Obra de Dios es atraer a sí a las pobres almas; y nadie puede ir a Él a menos que Él las traiga. Con lazos de amor; esta palabra significa cuerdas más fuertes que las anteriores.
LOS SACRIFICIOS, LA LEY , LAS CEREMONIAS NO LOS ATRAJO- FUE CON CUERDAS DE AMOR .. Les aligeró las cargas bajo las cuales gemían por tanto tiempo.
1. rodeaos con sus cuerdas . David, el salmista, lo expreso de esta manera: “Detrás y delante me rodeaste… ¿a donde me iré de tu Espíritu? ¿Y a donde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estas tu; y si en el Seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tu estas.” (Salmo 139:5, 7-8
Significa que no disminuye en intensidad o esfuerzo—no se rinde, ni se compromete, incapaz de ser cambiado o persuadido con argumentos. Ser implacable es apegarse a un rumbo determinado .Que maravillosa descripción del amor de Dios. El amor de nuestro Señor es absolutamente implacable. Nada puede entorpecer o disminuir su búsqueda amorosa tanto de pecadores como de santos.
El esta diciendo, “Hay tiempos cuando soy tan bendecido que me siento levantado con gozo. En otros tiempos, me siento como si estuviera en el mismo infierno, condenado e indigno. Pero no importa donde este, Señor—no importa cuan bendecido me sienta o cuan baja sea mi condición—tu estas allí. No me puedo alejar de tu amor implacable. Y no puedo ahuyentarlo. Tu nunca aceptas mis argumentos acerca de cuan indigno soy. Aun cuando soy desobediente—pecando contra tu verdad, cuando no aprecio tu gracia—tú nunca dejas de amarme. ¡Tu amor por mi es implacable!”
2. Considera también el testimonio del apóstol Pablo. Mientras leemos de la vida de Pablo, vemos a un hombre empeñado por destruir la iglesia de Dios. Pablo parecía un loco en su odio hacia los cristianos. El suspiraba amenazas de matanza contra todos los que seguían a Jesús. El busco la autorización del sumo sacerdote para cazar a los creyentes, para así entrar en sus casas y arrastrarlos a la prisión.
Después que fue convertido, Pablo testifico que aun durante esos años llenos de odio—mientras el estaba lleno de prejuicios y mataba ciegamente a los discípulos de Cristo—Dios lo amaba. El apóstol escribió: “Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aun pecadores, Cristo murió por nosotros.” (Romanos 5:8). El dijo en esencia: “Aunque yo no estaba conciente de esto, Dios me estaba persiguiendo. El siguió detrás de mi en amor, hasta ese día cuando literalmente el me agarro con sus cuerdas de amor. Ese fue el implacable amor de Dios.”
A través de los años, Pablo estaba aun más convencido que Dios le amaría fervientemente hasta el fin, a través de sus altas y bajas. El declaro: “Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro” (8:38-39). El estaba declarando: “Ahora que le pertenezco a Dios, nada puede separarme de su amor. Ningún diablo, ni demonio, ni principado, ni hombre, ni ángel—nada puede detener a Dios de amarme.”
La mayoría de los creyentes han leído este pasaje una y otra vez. Lo han escuchado predicar por años. Sin embargo, creo que la mayoría de los cristianos pensamos cuando algo malo nos pasa, , “Dios me esta azotando.” Terminamos culpándolo de cada problema, prueba, enfermedad y dificultad.
Usualmente es pronunciado de memoria por el pastor y pocos oidores echan mano de su enorme significado. Sin embargo, este versículo no es tan solo una bendición. Es el resumen de todo lo que Pablo le había enseñado a los Corintios acerca del amor de Dios.
Este versículo trata con tres temas divinos: la gracia de Cristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo. Pablo estaba orando que los Corintios pudieran echar mano de estas verdades. Creo que si nosotros también podemos comprender estos tres temas, nunca mas dudaremos del implacable amor de Dios por nosotros:
3 .Primero, Pablo considerala gracia de Jesucristo.
Exactamente, ¿Qué es gracia? Sabemos esto de ella: lo que sea la gracia, Pablo dice que nos “(enseñara) que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente” (Tito 2:12).
¿Cómo alcanzamos tal lugar, donde podamos ser enseñados por la gracia? ¿Y cual es la enseñanza que la gracia ofrece? Según Pablo, la gracia nos enseña a renunciar a la impiedad y la lujuria, y a vivir una vida santa y pura. Si es así, entonces necesitamos que el Espíritu Santo ilumine en nuestras almas los fundamentos verdaderos de esta doctrina.
Encontramos el secreto a la declaración de Pablo acerca de la gracia en 2 Corintios 8:9. El declara: “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” Pablo no se esta refiriendo a riquezas materiales aquí, sino acerca de riquezas espirituales. (Numerosos pasajes comprueban esto. En todas sus cartas, Pablo habla de las riquezas de la gloria de Cristo, las riquezas de la sabiduría, riquezas de gracia, de ser ricos en misericordia, fe y buenas obras. De igual manera, el Nuevo Testamento se refiere a las riquezas espirituales como opuestas a la mentira de las riquezas mundanas.)
Pablo nos esta diciendo: “Aquí esta todo lo que necesitas saber acerca del significado de la gracia. Llega a nosotros a través del ejemplo del Señor. Sencillamente, Jesús vino a bendecir, edificar y animar a otros a expensa propia. Esa es la gracia de Cristo. “Siendo rico, por nosotros se hizo pobre, para que a través de su pobreza nosotros fuésemos ricos.”
Jesús no vino a magnificarse o traer gloria terrena.. El no impuso su peso divino para obtener poder o reconocimiento. El no se exalto a expensas del pobre; busco a los hombres menos hábiles
Aquí esta el implacable amor de Dios: el regocijarnos al ver a otros bendecidos por encima de nosotros. Pablo escribe: “El amor sea sin fingimiento. Amaos los unos a los otros con amor fraternal; en cuanto a la honra, prefiriéndoos los unos a los otros.” (Romanos 12:9-10). Aquí tenemos una gracia que esta dispuesta a mantenerse humilde, aun cuando se regocija en la bendición de otro.
5. palabras de Afecto que Dios derrama sobre ti. No podemos negar que se trata de un hermoso pasaje, donde se expresan palabras de amor y afecto. Este versículo es el más importante en el capítulo 11 de Oseas. Al igual que antes, Israel vivía en rebeldía y pecado, y a causa de esto el Señor tenía todo el derecho de condenarlos. Pero eso no sucedió. ¿Por qué? Dios sencillamente no podía hacerlo, no quería cargar con esto. En el versículo 8 de Oseas 11, leemos:
La personalidad de Dios, su mentalidad y su carácter pueden ser descritos en una palabra: ¡amor! Sí, ésta es su esencia, el amor es el rasgo esencial del Todopoderoso, por ese motivo la Biblia sería muy limitada si dijera que Dios es simplemente amable, por lo tanto, declara que Él mismo es amor (así lo leemos en 1 Juan 4:8). Oseas 11 tiene exactamente el mismo contenido.
Podemos ver, a través de este capítulo, lo difícil que es para Dios castigar a Israel, lo mismo leemos en Jeremías 31:20:“¿No es Efraín hijo precioso para mí? ¿No es niño en quien me deleito? Pues desde que hablé de él, me he acordado de él constantemente. Por eso mis entrañas se conmovieron por él; ciertamente tendré de él misericordia, dice el señor ”. Para el Señor éste era un deber intrínseco, necesitaba derramar su misericordia en forma continua sobre Israel. Esto continúa siendo igual en la actualidad, ya que Dios es cumplidor de sus promesas, por este motivo, el pacto con Abram se mantiene intacto. Él no abandonará a Su pueblo.... ya que el pacto de Dios con Abram es irrevocable.
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