Un llamado al verdadero significado tener una mente de Cristo, como lo menciona 1 Corintios 2:16, porque muchos imaginan que con solo cumplir una serie de requisitos ya están en esa unidad, y se equivocan, porque por sus frutos se delatan y lo único que reflejan con sus actos es desunión del Camino, la Verdad y la Vida.
INTRODUCCIÓN. La ausencia del verdadero Evangelio en las congregaciones está haciendo un gran mal a muchas ovejas que se acercan y les predican un evangelio anatema, lleno de promesas y carente del llamado a un genuino arrepentimiento, conversión y santidad, como lo establecen las Escrituras desde la primera frase dada por Jesús cuando inició su Ministerio en Marcos 1:15, o como después evangelizaron los apóstoles en Hechos 3:19, Hechos 17:30 y Hechos 26:18-20.
Y los pocos que hablan de arrepentimiento, han inventado reglas y suavizado el fin del mismo al convencer a la oveja de que todo es un proceso, y que deben tener calma, invitándolos a llevar una vida de oidores y no de hacedores.
El arrepentimiento NO ES UN PROCESO, sino el resultado inmediato de una verdadera entrega a Jesús y decisión plena de cambiar de camino y de mente, Hechos 3:19-20, Hechos 26:18-20.
Entonces el Espíritu Santo se encarga del resto, Juan 14:26, mientras se persevere con temor y temblor, Filipenses 2:12, y se siga sirviendo al Señor con gratitud, en santidad y reverencia, Hebreos 12:14 y Hebreos 12:28.
En ninguna parte de la Biblia habla de que el arrepentimiento sea un proceso.
Por eso es que la mayoría de las congregaciones están estancadas, muy pocos están conscientes de la verdad, y muchos esperan a que Dios haga todo mientras ellos siguen en su festival de inmundicia y aberraciones, bajo pretexto de que Dios es amor y les cambiará un corazón sin arrepentimiento.
EL ÚNICO PROCESO que está permanentemente activo en aquel que no se ha arrepentido genuinamente, es el proceso de pecado.
Quien de corazón se arrepiente no vuelve a lo mismo, porque la operación del Espíritu Santo se encarga de limpiarnos, y hacernos nuevas criaturas, pero para eso hay que disponer nuestras vidas en las manos de Cristo, y darle la espalda al mundo, o sea arrepintiéndonos y cambiando de mente hacia la de Cristo.
Muchos han sido convencidos, o los han enredado, en una oración de fe, y luego les dicen que ya son hijos de Dios y que son salvos al declarar esa oración y nombrar el Nombre de Jesús.
Nada está más lejos de la realidad que eso.
Hoy día estamos ante una sociedad creyente convencida de un Evangelio, pero que omite el arrepentimiento y conversión, yendo de tal manera contra el llamado de Jesús en Marcos 1:15.
LA MENTE DE CRISTO. Muchos creen que tienen la mente de Cristo, tan sólo porque piensan en Él, y leen la Biblia, y van a culto, sin embargo, al mismo tiempo continúan rindiendo culto al mundo y de tal manera se comportan como enemigos de Dios:
"No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo.
Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo." (1 Juan 2:15-17)
Esos así nunca podrán tener la mente de Cristo, aunque digan que creen y que tienen fe, aunque digan que tienen muchos años de haberse entregado a Cristo...son mentirosos, tan sólo son almas adúlteras y las Escrituras los describen:
"¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios?
Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios." (Santiago 4:4).
A ESOS que viven así, sólo les espera la terrible amenaza del juicio y del fuego ardiente que destruirá a los enemigos de Dios, según escrito está en Hebreos 10:27.
De tal manera, por este medio se les hace el llamado a ARREPENTIRSE a todos los que siguen una vida así, y una vez arrepentidos y cambiados, entonces así pueden creer con corazón sincero en el Evangelio que es Jesús y les será natural y gozoso seguir las enseñanzas que nos vino a dejar como el Camino, La Verdad y la Vida, Hechos 17:30, 1 Juan 5:3.
- ES IMPOSIBLE seguir los pasos de nuestro Señor sin un corazón verdaderamente arrepentido y humillado.
- ES IMPOSIBLE tener salvación, si no se nace de nuevo, Juan 3:3-6, y se vive en paz con todos los hombres y en santidad, sin la cual no entrarán al Reino de los Cielos, Hebreos 12:14.
Cualquiera que diciendo creer continúe en el mundo, con sus hechos niega el sacrificio de Jesús y por lo tanto a Jesús mismo.
El que sigue en el mundo, en pecado continúa, Y CON SUS ACTOS NIEGA A CRISTO, y aunque diga creer en Él nunca podrá tener la mente de Cristo si su vida sigue atada a las pasiones de sus ojos y de su carne, si sigue con palabra ociosa en su boca hablando de las cosas que son del mundo, aunque también hable de las cosas de Dios y vaya a culto, aún sigue en impiedad.
De tal manera dijo Jesús:
"Y a cualquiera que me niegue delante de los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos." (Mateo 10:33)
Y FINALMENTE, dejó nuestro Señor más que claro el mandato de su venida a este mundo y el fin de su sacrificio:
"...si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente."
(Lucas 13:2-4)
Bendiciones
Comentarios
Publicar un comentario